No perturbes el silencio de los muertos
arranca de tu alma ese triste deseo
ser criatura de las eternas simientes
oscuridad que emana la noche silente
olvida mi rostro anclado en la muerte
donde los eternos peldaños del abismo
suspenden sus últimos alaridos
hilvanados con el halo de un siniestro suspiro
y en ese réquiem de las almas infinitas
solo ansió el retiro en tus carnes trémulas
donde las lagrimas sacuden tus risas
en el inicio de esta siniestra fabula
al anochecer del término y del nunca acabar
esa vena palpitante de tu hermoso cuello
me hará ser tu eterno seductor, y despertar
en la tierra maldita de los no muertos.
Autora: Arwen
Derechos reservados
Entradas
SOBRECOGEDOR SIN DUDA, SALUDOS A TODAS.
ResponderEliminarHermoso, como siempre. Tus palabras hacen que me imagine con total exactitud lo que sucede e mi cabeza. Aunque igual podrias añadir en alguno de tus poemas algun olor para poder imaginarlo con tatal perfeccion. Pero es solo una opinion
ResponderEliminarBesos de sangre!!
Esa vena palpitante... mmmm... todo un manjar para los vampiros.
ResponderEliminarExcelente! Como siempre ;)
Un fuerte abrazo!
Hermosa poesía, nadie pertubaria el sueño de los muertos, con la vena palpitante de su cuello despertaría en el mundo de los no muerto.
ResponderEliminarCada vez te salen mejor las poesías, Arwen, ésta te ha salido genial.
Creo que con tanto comentario me confundi al contestarte, ya sé que eres de Extremadura, aquí también hemos tenido un verano muy seco, pero aquí es habitual, ahora está lloviendo a jarrillo.
Yo tampoco he tenido que esperar nunca a un amor que no llega, como tú, estoy feliz con mi pareja.
Besos, hasta pronto, Arwen, felicidades por tan estupenda entrada
Me encanta ese erotismo tan sutil con el que cargas tus poemas, Arwen. Un erotismo que quizá resalte mi lectura, o que simplemente se complementa con la belleza de tu poema.
ResponderEliminarSaludos desde el ocaso...
Precioso. Me gustó bastante, por lo que seguiré buscando tus publicaciones.
ResponderEliminarSaludos!
Como el manzano entre los árboles silvestres,
ResponderEliminarAsí es mi amado entre los jóvenes;
Bajo la sombra del deseado me senté,
Y su fruto fue dulce a mi paladar.
Me llevó a la casa del banquete,
Y su bandera sobre mí fue amor.
Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas;
Porque estoy enferma de amor.
Su izquierda esté debajo de mi cabeza,
Y su derecha me abrace. Cantares 2:3-6... Esto sí es poesía!!