Olvido

Deja que el olvido me subyugue que me alimente de tu veneno, mientras la copa arde en mis labios al pensarte Dama mía, quiero que fluya tu deseo estremecido entre mis pupilas que desnudan tus llamadas de deseo, en esta eternidad colapsas cada anti latido de mi órgano yermo y me dueles en cada arteria de mi cuerpo helado, déjame acariciar cada pétalo de tu garganta y descubrirte en cada hora de mi agonía por temor a perderte, solo bastaría un gemido de placer de tu garganta para que la locura de mi amor se fundiera con tu orgasmo, dame ese tentador veneno que tus descarados pezones erectos claman por ser acariciados por mis dedos y no te resistas más a mi mirada...eres mía Dama de las tinieblas.

Arwen
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