Tus labios me traen la savia adherida
a el dolor profano, 
que turba cada escollo de mi pasado 
quiero poseerte como la sombras a la vida, 
con el temor de sufrir el castigo divino 
de ensuciar la tenue caricia de tu latido, 
de no agasajar tu cuerpo delicado 
sintiendo esos senos cálidos que estremecidos 
deleitan mi sed de sangre, 
pero me sorprendo imaginando tu amor que invade 
el inútil rechazo de mi parte, 
dolor que se enardece con mi sufrimiento 
y duermo sereno frente a la muerte del alba 
esperando que seas mi única respuesta dada. 
Arwen
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Hola, guapa!
ResponderEliminarCuánto tiempo sin saber de ti!
Tengo un nuevo concurso en el club al que perteneces. Te dejo el enlace por si te interesa:
http://elclubdelasescritoras.blogspot.com.es/2015/01/te-gustaria-conseguir.html
Saludos y feliz jueves!