Primer fragmento de "Gabinete de Crisis", Capítulo I de mi novela "El Testamento de Drácula"



I


Gabinete de Crisis

Antigua Casa Bram,
frente a Central Park,
(Nueva York)
Sede del Gobierno Norconfederal,
Dos de Febrero, año 2.162 D.C.,
ó 90 E.L.
Justificar a ambos lados(Año 90 de la Era del Legado)
7:50 P.M. (hora de la Costa Este)


La negra y reluciente limusina se detuvo frente al elevado e imponente portón neogótico reformado, envuelta en un suntuoso y oscuro silencio. Su estilizado y sofisticado motor a base de ciclo combinado metano/célula electrolítica de hidrógeno nanocatalítica no emitía ruido alguno… De hecho, el tráfico aséptico, limpio, libre de los humos y estruendos de la combustión de los hidrocarburos pesados, constituía, junto al Escudo del Dragón Rojo Alado de la Orden, uno de los dos signos universales característicos del triunfo de la Nueva Era del Legado Drácula en el Mundo entero. En especial, en el Hemisferio Norte más rico y desarrollado, unificado en la Confederación de naciones más poderosa jamás creada, junto a sus “jóvenes” y emergentes potencias aliadas del Hemisferio Sur.

Desde las cornisas de los pisos superiores, múltiples y siniestras gárgolas, inmóviles y enigmáticas, la contemplaron con arrogante desdén, más que acostumbradas a la parafernalia del Poder… Y también a otras mucho más ocultas y privadas extravagancias asociadas comúnmente a diferentes formas de la supremacía tales como la fama, la opulencia o los saberes más íntimos y tenebrosos…

Las bruñidas portezuelas traseras y la del copiloto se abrieron con un seco y breve chasquido. Cinco macizas y robustas neonatas, pertenecientes al Cuerpo de Élite de la Guardia Personal de la Primera Ministra, enfundadas en sus negras y largas guerreras de cuero, brillantes y abiertas sobre el elástico uniforme ligero, confeccionado mediante un biopolímero inteligente de nanosíntesis igualmente fúnebre y vagamente similar al látex, descendieron con ágiles y flotantes movimientos, con rapidez y prestancia sobrehumanas. Los finos pero potentes e hiper-densos paquetes musculares de sus blanquísimas, fuertes y a la vez bien moldeadas piernas desnudas se contrajeron con fluida gracia, mientras cuatro de las vampiras adoptaban la posición de un sólido y temible pasillo protector y la quinta, la oficial al mando, se inclinaba para ofrecer su mano al personaje que escoltaban. Era alta, morena e imponente, de rostro cuadrado y cortos cabellos lisos de azabache con reflejos negro-azulados. Sus pupilas de ébano estaban circundadas por un estremecedor halo rojizo y tenuemente fosforescente, inyectado en sangre y avidez sin fin. Pero la costumbre hacía que ya casi nadie se fijase en tales detalles de la fisiología de los no-muertos, al menos conscientemente y, mucho menos que la media de los mortales, el hombre que ahora los observaba con fría y altiva indiferencia, más que familiarizado en el trato estrecho y cotidiano con los nosferatus de toda estirpe y condición. Al igual que todas las demás, de su ancho cinturón, así como a lo largo de los resistentes correajes que cruzaban sus marcados aunque no demasiado grandes pechos, su espalda y la zona superior de los muslos, colgaba todo un completo arsenal dotado con los últimos avances de la más mortífera tecnología militar en el campo del ataque y la defensa personal… Armas científicamente diseñadas, precisas, despiadadas, letales por igual para ambas especies…

Una mano pálida, aunque algo menos que la que le aguardaba, oculta debajo del negro guante que cubría su fotofóbica piel hasta más allá de medio antebrazo, se extendió. Se trataba de una mano pequeña, delicada, casi femenina en su complexión, aunque su auténtico sexo se adivinaba por la suave capa de vellos oscuros que poblaba su dorso.

La mujer tiró suavemente, y el caballero emergió de las mullidas y acondicionadas profundidades del enorme automóvil. De mediana edad y estatura más bien reducida - unos 1.70 m. aproximadamente - estómago rellenito, si bien el resto de sus proporciones y extremidades eran correctas, cabellos negros y peinados hacia atrás de forma meticulosa, tocados en las sienes por ligeras canas plateadas, su porte distinguido se veía realzado por la clásica y lujosa factura de su vestuario: Amplio y negro abrigo azul noche, abierto sobre un impecable traje negro de seda, camisa de igual material y color y una brillante corbata lisa rojo sangre, sujeta mediante un pasador de oro purísimo que representaba el emblema del Dragón. Se llamaba Pablo Estrada, y era cálido, uno de los escasísimos miembros de su especie que se hallaban autorizados a exhibir tal símbolo de manera oficial, pues pertenecía al Primer Círculo de Iniciados y al Consejo Ejecutivo de la Hermandad, rango tan sólo compartido por otros dos congéneres suyos, y envidiado por multitud de vampiros, tanto integrantes de la mayoría neonata como incluso por algunos Antiguos… Sus zapatos negros relucieron, al igual que el pesado sello hexagonal de oro blanco que encarnaba idéntico escudo de armas alrededor de su dedo medio derecho y el no menos voluminoso anillo de idéntico metal pero repujado en sinuosas espirales y engastado en una gran piedra de ónice oscura y pulida que adornaba el mismo dedo de la izquierda. Inclinó la cabeza ligeramente, cortés y galante, y sus pequeños y coralinos labios, más fino y sinuoso el superior, grueso y sensual el inferior, se curvaron en una helada sonrisita, enmarcados por la corta barbita de perilla esmeradamente delineada, al silabear en tono amable y susurrante:

- Gracias, capitana.

La aludida saludó marcialmente y se puso firme, imitada por sus subordinadas. El científico atravesó aquel estólido pasillo de sólidas carnes y huesos férreos y demoledores, no exentos de atractivo envoltorio, con ligereza, y clavó su pupila derecha en el foto-sensor de control de acceso. El sistema detectó su identidad de modo automático, casi instantáneo, y los inmensos portalones se abrieron con un sonoro quejido electromecánico.

Una guarnición de apuestos y fornidos Guardias Cárpatos, mitad cálidos, mitad neonatos, de la Unidad Presidencial, se cuadraron, dejando paso al profesor y a su escolta de arrogantes Amazonas. Sus vistosos uniformes a la romana, con corazas negras y capas de gala en vivo carmesí, sobre las que destellaba una gigantesca “D” , y cascos tocados por un extraño cóndor bicéfalo en cuyo buche se alzaba un bajorrelieve del famoso Dragón Alado Rojo distintivo de la Orden Hermética del Clan de Sangre Drácula, contrastaron de modo estético, sugestivo, con las tétricas, osadas y “ciber-futuristas” vestimentas de sus colegas de las Centurias Femeninas de la Casa Bathory. Añadían al escenario un matiz atemporal, surrealista, cinematográfico, muy acorde con los rasgos y valores sociopolíticos dominantes en la Nueva Era de consensuada convivencia constitucionalmente reglada entre cálidos y vampiros, erigida en base del mitificado Testamento de Drácula, administrado ahora en Su Nombre por su Sacra Viuda, Presidenta Mundial Vitalicia, Soberana de las Estirpes de Sangre, Sacerdotisa Suprema de la Hermandad Vampírica Universal, Guardiana Universal del Legado… y docenas de títulos más tan pomposos como reverentes.


Por: Bathory66

Nota: El anterior fragmento de "La Señora del Hidrígeno" es mío también, se me olvidó firmarlo.


7 comentarios:

  1. Buen fracmento la verdad que derocha imaginacion. Me ha encantado. Un fuerte saludo.

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  2. Bathory66: Puedes darle a editar entrada y retocarla y poner lo que quieras. Te he creado un par de etiquetas para ti, como al resto de colaboradores. Así pueden encontrarte con más facilidad. Pon siempre la etiqueta Bathory66 y dependiendo de lo que escribas elige La señora del hidrógeno o El testamento de Drácula. También tienes que elegir si es relato, poema o novela. Como la primera vez dijiste que La señora del hidrógeno era un relato, te lo he etiquedado en relato, si no lo quieres ahí sino en novela, pues me lo dices y lo cambio o cambialo tu.

    Si tienes algún problema con las etiquetas, dímelo. Y si no las pones, no pasa nada, ya lo hago yo.

    Un saludo! Y como siempre, tus escritos impresionantes.

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  3. Me ha gustado...menuda imaginación.
    Que pases un buen fin de semana!!!

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  4. Eres muy imaginativa y escribes maravilloso. Felicitaciones!!

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  5. Alma...

    muchas gracias...

    Pero soy - en todo caso - imaginativo...

    Bathory66 es sólo un nick.

    Aunque me siento orgulloso de inspirarme en una Dama Oscura, bella y fuerte.

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  6. te felicito la verdad es q me ha encantado...tengo q ir poniendo mas al dia con todo lo q has escrito jejejeje


    besitossssss

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